jueves, 16 de agosto de 2007

La comunidad pro-ambientalista
Vemos, oímos, leemos noticias sobre grupos que promueven el cuidado del medio ambiente a nivel nacional e internacional, con despliegue de energía para señalar problemas ambientales que amenazan el equilibrio ecológico del planeta. Grupos que se informan y buscan formar la opinión pública, generar conciencia para salvar los bosques y las selvas, detener el cambio climático y proteger los océanos. Dan propuestas con soluciones viables, para atender la situación de la alteración de la ecología y la repercusión negativa a un plazo ya no tan largo.

En nuestro entorno podemos identificar acciones que no son noticia de primera plana del periódico o para difundirse por la televisión…son acciones sencillas, pareciera que hasta sin trascendencia. Sin embargo son clave para detener el deterioro del medio ambiente: el uso racional de los recursos no renovables y el cuidado del medio ambiente, de manera personal.

Las acciones son prácticas: no malgastar el agua, ahorrar energía (eléctrica o de gasolina) poner la basura en su lugar. Soluciones que se convierten en indicaciones cotidianas: ¡apaga las luces! ¡No malgastes el agua! ¡No dejes que se escape el frío del refrigerador! ¡Cierra la llave de la regadera cuando te enjabones! ¡Camina, que no está lejos!... parecen conocidas estas expresiones…las oímos de quien tiene que administrar el gasto de la casa para que dé el presupuesto familiar… suenan a padres regañones. La explicación… es un principio de economía familiar y la consecuencia es un beneficio para el medio ambiente. Menos energía consumida = menos emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera (principal causa del cambio climático). Uso racional del agua = ahorro del agua potable. Poner la basura en su lugar = posibilitar el reciclaje para no seguir acumulando basura

Sin embargo no siempre racionalizamos estas acciones. La causa… quizás que el gasto inmediato no lo consideramos oneroso y el costo a largo plazo no lo visualizamos. Lo preocupante del asunto es que la mayoría de la población
no considera importante la acción personal en pro de la economía familiar y consecuentemente del medio ambiente (¿No les cuesta? ¿Tienen el suficiente dinero? ¿No acostumbran a respetar el derecho de los demás?) Ignoran que el uno más uno se convierte en apoyo multitudinario al equilibrio ecológico del planeta.

La excepción hace la regla. Digamos que hay esperanza… hay ciudadanos que cuidan su economía familiar, la ajena comunitaria (los recursos no renovables) y consecuentemente el medio ambiente. Otros –pocos, muy pocos- predican con el ejemplo levantando basura en las áreas públicas (de la gente que pasea y deja caer la bolsa de lo que comió o el envase de lo que tomó). Recogen el tiradero de calle estos ciudadanos ejemplares, con la idea de que el lugar que frecuentan no parezca basurero publico y si se puede… que alguien más capte el mensaje y haga algo por su cuenta. Igualmente he visto cocinas particulares en donde separan la basura orgánica de la inorgánica… con el proceso completo de degradación de la misma… a través del uso de una composta.

Y son campechanos comunes, vecinos de la ciudad capital.

Alguien más debe ejercer la responsabilidad de decirle o exigirle a la comunidad campechana, que hagan uso racional de los recursos naturales, que cuiden el agua, los manglares, las selvas, los océanos.

La urgencia es prioritaria…en un medio impreso de circulación peninsular -el fin de semana pasado- el titular de la noticia principal señalaba a 5 columnas: “La tierra envía avisos”. Y esta vez… no eran noticias sobre ilusorios marcianos de “la guerra de dos mundos” en versión radiofónica… sino alertas de fenómenos naturales extremos: “olas de calor sofocante, temperaturas gélidas, precipitaciones catastróficas, vientos huracanados”. Que se están dando a lo largo y ancho del planeta, con mediciones record, incluyendo la geografía de nuestro querido terruño. ¡Y sin comentarios sobre los pronósticos para la próxima década!

Con prioridad enviemos el aviso urgente a nuestra comunidad. Llámese gobierno, iniciativa privada o ciudadanos comunes. ¿Quién se anota?
Bety Balmes

No hay comentarios.: