Una vez que se termine la ampliación, es muy probable que los terrenos aledaños y las concesiones para el uso de la Zona Marítima Terrestre (que no se pueden vender pero que sin embargo, se venden) adquieran un alto valor comercial. Sería un grave error permitir la construcción en la parte con mayor declive de este cerro, justo donde descansan los patos camachos, ya que pondría en riesgo tanto las nuevas construcciones como la vialidad que se esta construyendo y contribuiría a eliminar la presencia de estas aves en nuestra ciudad, sumándose a la larga lista de aves expulsadas por la deforestación de sus hábitats.
Es vital proteger esta zona, tanto porque los árboles y matorrales en este cerro le dan cohesión al suelo y evitan desgajamientos, como para proveer de una barrera contra los efectos de vientos huracanados cada vez de mayor intensidad. Sería apropiado que, al tiempo que se amplia esta vialidad, se considere la seguridad de los futuros habitantes o empresarios que vayan a construir ahi sus casas o negocios. Esto se puede lograr con un parque o simplemente, declarándola una zona de reserva y comprando el municipio o el gobierno del estado estos terrenos.